La era digital ha transformado radicalmente la forma en que nos comunicamos, trabajamos y nos relacionamos. Sin embargo, este avance tecnológico también plantea una serie de dilemas éticos. Por ejemplo, la cuestión de la privacidad en un mundo donde nuestros datos personales están constantemente expuestos y son vulnerables a la vigilancia y la explotación. La ética en este contexto involucra reflexionar sobre cómo equilibrar la innovación tecnológica con la protección de los derechos individuales y la dignidad humana. Asimismo, la manipulación de la información y la proliferación de noticias falsas en las redes sociales plantean desafíos éticos significativos en términos de veracidad y responsabilidad por el contenido que se comparte en línea.