Objetos reales:  Pueden ser naturales o creados por el ser humano, son aquellos que tienen corporeidad o materialidad y ocupan un lugar en el tiempo y el espacio. Dentro de estos también se pueden incluir: Las ideas, emociones, sentimientos, etc.; es decir, todos aquellos productos de procesos mentales en las diferentes áreas del cerebro.

Objetos ideales:  No ocupan un lugar en el espacio, no están sujetos a cambios temporales, ni sometidos a la casualidad; obedecen solamente a procesos racionales o argumentativos, su existencia no es real sino conceptual. Se les suele denominar o llamar Constructos, algunos ejemplos son: las relaciones lógicas, los conceptos y   teorías, los números y demás objetos matemáticos

Objetos ideales valentes: Suelen denominarse o llamarse valores. Requieren de los objetos reales para adquirir plena expresión, concretamente del hombre

Objetos trascendentales o metafísicos:  Son de estructuras complejas y problemática, fuera del tiempo, del espacio, de nuestras posibilidades de conocimiento.  Ejemplo de ellos son: La sustancia, La “cosa en si” de Kant, los transcendentales del ser (Unidad, verdad, Bondad, belleza) , Dios (aquí nos referimos al concepto de Dios,  no al Dios judeo-cristiano).